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Antes de escucharme el disco, me he hecho una auto-promesa: si no pegaban chillidos y no había coros azucarados de eunucos drogados, me comportaba y hacía una crítica seria.

Pues bien, vamos a hacer un ejercicio de investigación científico-técnico-pragmática de la máxima seriedad que se ha dado entre los miembros del Paranoia Metal Show: Exhaustivo estudio de similitudes y diferencias entre HammerFall y Carmen Sevilla.

Tanto HammerFall como Carmen Sevilla lo petaron nada más empezar sus respectivas carreras, siendo ambos admirados e imitados. Por un lado tuvimos el salto de artistas españoles a Hollywood donde descubrieron la belleza española, por otro, tuvimos la plaga expansión del power metal más edulcorado por toda Europa.

Sendas apariciones por todo lo alto, provocaron que a Carmen Sevilla se la conociera por “La Novia de España” y que el cantante de HammerFall, Joacim Cans, viera cómo le arreglaban la cara con un vaso roto por entrarle a la novia de otro.

Después de cosechar el éxito, ambas carreras fueron derivando de la admiración que provocaban, a ser un “divertimento”, por un lado, cuando decíamos aquello de “mira a la Carmen Sevilla cómo se equivoca haciendo de presentadora” y, por el otro, “mira estos payasos en pleno verano con armadura de cuero y tachuelas”.

Y para finalizar con las comparativas, como HammerFall, al final de la carrera pública de Carmen Sevilla, la gracia se convirtió en vergüenza ajena.

Las diferencias entre ambos, es que quien se reía de Carmen Sevilla, lo hacía por su gracia inocente, y se reía con ella más que de ella, cosa que no pasa con los suecos. Y luego supimos que lo del final de la vida pública de Carmen Sevilla lo provocó el Alzheimer, mientras HammerFall todavía no han encontrado excusa para seguir haciendo… esto. Que sí, que hay menos coros vomitivos, menos chillidos y han intentado hacerlo un pelín más serio, pero sigue dando vergüenza ajena.

Lluís